El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno. George Sand
El otoño me hace poner nostálgico, aquel cielo gris hace que en lo profundo de mi ser intente recordar lo que se siente estar enamorado.
Aquel frío que siento, provoca que intente traer a la memoria un cálido abrazo que parece haberse borrado de mi memoria.
Largo otoño invade mi mente con historias de amor, con aquella necesidad de encontrar aquel cariño abrigador.
Un largo otoño que trae un sentimiento de pérdida, una urgencia de amar que ya había olvidado que podía existir.
Un café caliente abriga mi cuerpo, pero nada satisface aquella falta de calor en mi corazón, los guantes no abrigan mis manos.
En el otoño pareciera que todo a mi alrededor tuviera un tono sepia, cómo el de las películas antiguas, como el de los recuerdos del ayer.
Mientras camino sintiendo la garúa caer sobre mí, no ceso de pensar en lo mucho que extraño una buena e inocente charla.
Siento melancolía al no tener unos bellos ojos al frente mío a los cuales pueda contemplar, ni unas manos para poder tomar y acariciar.
Supongo que este clima confunde mi mente y mis sentidos, me hacen soñar con algo llamado amor.
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