Pronoia: Es la creencia de que el mundo o las personas, en general, conspiran a favor de uno mismo.
Puede que en algún momento haya tenido esa clase de amigos que siempre son positivos y que creen merecer la mejor de las suertes, que sin querer al hablar pareciera como que tienen la vida arreglada sin saber cómo o que al pasar por una crisis nunca pierden la sonrisa.
Yo detestaba esa clase de personas, pero en el fondo deseaba ser como ellas, quería tener esa fuerza para mantener la fe incluso en las peores circunstancias, la habilidad para despertar y ver la vida con ánimo y buena actitud.
A veces no nos damos cuenta, empezamos el día ya preparándonos para lo peor, ante la primera noticia nos deprimimos, las horas restantes no las pasamos buscando excusas o creando argumentos para tirar la toalla.
Necesitamos creer que la vida conspira a nuestro favor, que Dios tiene un plan glorioso para nuestras vidas, que en la siguiente puerta que toquemos llegará la venta, que a la siguiente llamada tendremos buenas noticias, que en el siguiente intento encontraremos el amor verdadero.
Aprender a soportar los inevitables golpes de la vida porque nos están ayudando a ser mejores, que los tropiezos nos están enseñando a caminar mejor, que el dolor es solo una demostración de que estamos preparados para mayores retos, que el sacrificio por más difícil que sea siempre trae recompensas.
Porque no hay buen marinero que no haya soportado tormentas, ni alpinista que no se haya raspado en alguna ocasión, ni un crack de fútbol que no se haya lesionado, ni un genio que nunca haya reprobado una materia, ni hombre de éxito que jamás haya fracasado.
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