Es muy molesta esa sensación que aparece cuando crees que has dado mucho y no te han devuelto lo mismo.
Cuando te esmeras tanto por agradar a una persona, y solo recibes de su parte excusas y las típicas disculpas.
Aquella frustración que hace que el velo del amor se rompa y veas a la otra persona tal y como es, sin el maquillaje del enamoramiento.
Es como si de golpe te abrieran los ojos, te das cuenta que la relación no va bien, que es la misma película una y otra vez.
Te sientes frustrado porque ya conoces el final, ya sabes exactamente lo que pasará y tienes la opción de volverlo a vivir o ponerle punto final.
Duele tanto dejar ir a una persona, es como si desgarraran una parte de ti, no sabes qué hacer con aquella pieza faltante.
Te frustra tanto tener tantas horas vacías, tantas palabras en la boca y no saber con quién conversar o textear.
No te acordabas de que el día fuera tan largo, que la soledad pudiera ser tan vacía, que la vida pudiera perder su color.
Es frustrante pensar en todo el tiempo que has invertido aparentemente en vano, es tan tedioso pensar en todo lo que pasó.
Es frustrante imaginar el futuro sin esa persona, saber que tus hábitos acaban de cambiar de golpe otra vez.
Es frustrante que saber que tienes que ponerte firme en aquella decisión, reconocer que es imposible seguir mintiéndote.
Seguir, hasta que todo comience a sentirse bien otra vez, hasta que todo comience a tener sentido y te sientas mucho mejor.
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