A veces me siento

A veces me siento como un Aladino al que le han robado su lámpara maravillosa, me siento como un Peter Pan al que le han quitado su polvo de hadas o como un soñador José esperando en prisión el tiempo de su redención.

A veces me siento como un Romeo sin Julieta, como un Don Quijote sin su Dulcinea y un Superman sin Luisa Lane.

A veces me siento como un cuento sin final, como una fábula sin moraleja, como un hombre sin obra cumbre.

A veces me siento como una estrella sin brillo, como un sol sin luz radiante, como agua que no moja.

A veces me siento incompleto, me siento inconcluso, me siento perdido.

Y a veces, aunque sean pocas veces pero son esas las veces que realmente importa, en las que siento que soy parte de una obra maestra, siento que soy un firmamento estrellado, siento que soy y seré una vida digna de contar.

Y es que a veces, solo necesitamos un poquito de fe, un granito de esperanza y una pizca de paciencia, frente a este mundo que nos hace perder el hilo de nuestros sueños y anhelos.

Por eso, aunque sean pocas aquellas veces, recuerden que no todo está perdido, que su historia se sigue escribiendo, que su luz no se ha apagado y que lo mejor definitivamente ya está por venir.