Estamos cansados, muchas veces cuesta si quiera sonreír cuando todo sale mal, y nunca falta por ahí alguna persona positiva que intenta alegrar pero uno sólo desea llorar o renegar.
Sí es difícil, la vida no es justa, es más muchas veces parece como que los problemas no terminarán, cómo que cada vez que ocurre algo bueno, al instante algo ocurre para llevarse esa alegría.
Seré claro, nada de positivismos o ideas absurdas de que hay que sonreír todo el tiempo, la vida sí es dura, la vida es injusta, la vida no es sencilla para nadie.
Cada vez que salgas a la calle puedes darte cuenta que muchos sufren, muchos tienen menos suerte que tu y son capaces de estar felices, muchos ganan la mitad de lo que tu ganas y viven más tranquilos, muchos tienen miles de razones para llorar pero prefieren sonreír.
Pero eso no importa cuando todo está mal, porque en ese momento el resto no importa, solo eres tu con tu problema, solo eres tu con aquel enojo que te cierra los ojos y evita que veas todas las bendiciones que tienes a tu alrededor.
El resto dice que lo entiende pero no lo hace, el resto intenta alegrarte pero eso no cambia las cosas, todo lo que no debió pasarte te pasó, y puedes seguir reclamando o llorando pero eso no cambiará las cosas.
Las cosas cambiarán cuando tu las cambies, nadie puede obligarte a sonreír esa es tu decisión, la vida sólo es oscura cuando tu lo permites, el mundo solo es cruel con aquellos que solo ven lo peor de él.
Tú sí lo entiendes, deja de llorar, basta de rengar saca lo mejor de ti, y hazme creer que me entendiste.
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