Él y ella


Él era solitario, le gustaba escribir hasta tarde, tenía una mirada fuerte y siempre parecía estar pensando.

Ella era tímida, le gustaba leer hasta tarde, tenía una mirada dulce y siempre parecía estar pensativa.

Pero cuando ambos se juntaban el mundo se detenía, hablaban de todo un poco y junto al otro hallaban el refugio que buscaban.

El influyó en ella de una forma tan especial, ella no podía dejar de pensarle, no podía leer sin imaginarse una escena romántica a su lado.

Ella influyó en el de una forma tan fuerte, él no podía dejar de pensarla, no podía escribir sin imaginarse una escena romántica a su lado.

Cuando ambos se volvían a ver, se narraban todo lo que habían hecho, podían mirarse y sin miedo contarse todos sus secretos.

Él era como el otoño y ella era la primavera, siendo tan contrarios podían ver los defectos del otro y a pesar de eso seguir queriéndose.

Ella era una hermosa puesta de sol y él era una noche estrellada, y a pesar de eso hallaban comprensión y honestidad en el otro.

Cuando ambos se dijeron que se amaban, no era un secreto para nadie, pero fue una confesión honesta que necesitaban escuchar.

Él y ella agradecieron a Dios el poder encontrarse, porque en un instante sus vidas cambió, el cielo les regaló su más bella historia de amor.



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