Insomnio

Llevo días sin poder dormir bien, levantándome de pronto o no pudiendo conciliar bien el sueño.

Escucho voces que me hacen dudar de mis decisiones, gritos que me hacen sentir miedo del porvenir y mi único consuelo es un leve susurro de fe que me mantiene cuerdo.

Trato de aferrarme a la esperanza, a pesar de que mayormente todo parece salirme mal, a pesar de que mi suerte no parece acompañar mis intentos por cambiar.

Veo el techo de mi cuarto e imagino que estoy viendo el cielo, intentando recuperar las fuerzas y la fe de que al final todo saldrá bien.

Los minutos avanzan y me pongo a examinar lo que ha sido mi vida, intentando hallar todas aquellas partes de mi historia que me puedan animar.

Mi mente es un campo de batalla en donde ideas devastadoras luchan contra los sueños que llevo guardados.

¿Cuántas veces me he sentido así, sintiendo que me enfrento al miedo o a las dudas y a mí mismo?

Miro la ventana e imagino que estoy viendo un cielo estrellado, intentando recordar que soy un luchador y que sin importar el dolor yo jamás me rendiré.

El silencio de la noche es muy perturbador, hace que mi mente hable y que mi corazón intente darme una lección que no logro entender.

Intento calmarme pero me desanimo al pensar que la vida es como un libro codificado del cual no tengo la clave o como una ciudad desconocida y la camino sin tener un mapa.

A estas horas mi mente parece estar fragmentada y siento que faltan varios trozos, siento que me falta algo esta noche.

Cierro los ojos e imagino que estoy parado a la orilla del mar, intentando contar todas aquellas razones que tengo para sonreír y sentirme completo.

Llevaba días sin dormir pero hoy puedo sentir una paz abrigando mi corazón y nuevas fuerzas llenando mi interior.

No puedo rendirme, tengo muchas razones por las que pelear y aún más razones por las cuales ser feliz y no dejar que los problemas me venzan.

Hoy dormiré y despertaré con la convicción de que voy a hacer todos mis sueños realidad.