Oh papá, como han pasado los años, recuerdo ser niño y que me comprabas juguetes, te tomabas el tiempo para jugar conmigo.
Oh papá, recuerdo cuando me enseñaste a orar antes de dormir y por los alimentos, cuando me regalaste mi primera biblia para que la leyera.
Oh papá, cuantas veces he escuchado tus mensajes, cada uno de ellos me asombra, me hace reflexionar y me motiva a ser mejor.
Oh papá, cuantas veces te habré hecho preocupar, y aunque con el tiempo es inevitable no tener algunos roces, hoy quiero agradecerte todo lo que has hecho por mí.
Oh papá, cuántas tormentas hemos tenido que navegar juntos, pero siempre admiré tu valentía, la manera en la que siempre luchas por mantenernos a flote.
Oh papá, cuantos talentos tienes, eres todo un “mil oficios”, desde el arte, las manualidades, la oratoria, la computación y tantas más que me usaría toda una hoja en nombrarlas.
Oh papá, tienes un hambre por el conocimiento impresionante, eres todo un investigador que parece saber misterios tan ocultos y profundos.
Oh papá, nunca comprenderé como haces para tener una sonrisa y un chiste a la mano, a pesar de tu carácter eres tan alegre.
Oh papá, valoro cada conversación que hemos tenido, cada vez que me aconsejaste me fue de gran ayuda, a pesar de mi terquedad fuiste sabio para tratar conmigo.
Oh papá, cuando te veo junto a mamá me viene a la mente sus historias acerca de cómo se conocieron y agradezco mucho a Dios el amor tan hermoso que se tienen.
Oh papá, cuanto te quiero, sé que no siempre te lo digo, pero hoy con mis letras aprovecho para decirte lo importante que eres para mí y lo agradecido que estoy por el gran ejemplo que me das.
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