TONY VS SE HACE PORQUE SE HACE

Escucho las palabras de mi feje y salgo al pasillo molesto, descontento por todas las sandeces que sueltan sus labios sin que nadie se atreva a refutar nada.
Más tarde se me acerca a decirme: “Tony tienes que alinearte junto al resto” “Eres un buen trabajador no te juntes con aquellos que te meten ideas.”
Usted no puede decidir con quienes me junto, que lógicamente son las personas más incorrectas de la empresa por pensar con claridad y luchar por sus derechos.
Sigue diciendo frases sin sentido cómo: “Aquí las cosas se hacen porque se hacen” “Te alineas porque te alineas.”
Es mi trabajo el que habla por mí, no me trate cómo al resto, mis logros me respaldan.
Entonces hoy no puedes terminar en menos de 5 ventas.
Algo dentro de mí explota y le respondo: “A que sí puedo…”
No me mire mal por lo que le acabo de decir, sé que es mi jefe, pero me ha dado el poder para responderle de esa forma. No debería utilizar el miedo para intentar controlar al personal.
Mientras me mira con nerviosismo, me responde: Tony estás muy equivocado, aquí nadie es indispensable, con una palabra mía tú estarías fuera de la organización.
Entonces, ¿Debería trabajar mejor cada vez que intenta infundirme miedo?
Déjeme enseñarle algo, ningún gurú en administración ni ningún líder de ventas necesita llegar a caer tan bajo para hacer que su personal trabaje con eficiencia, solo los tiranos y capataces son los que usan el látigo para esclavizar, pero no para dirigir adecuadamente.
Su mirada perdida me hacía entender que no sabía que responder: Tony eres un buen trabajador, solo necesito que comprendas el modo de trabajo que buscamos.
Descuide jefe, yo sé lo que la empresa requiere de mí, sin embargo, necesito que comprenda que no seré nunca un títere movido por el miedo, ni dejaré de ser una persona incorrecta para usted, porque no pienso dejar a un lado mis ideales.


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