TONY VS 10 AÑOS DE PENSADOR

Imaginen despertar un día y saber que acabas de descubrir que posees un extraordinario don, un arte que te hace sentir un superhéroe o un ser especial.
Al día siguiente de escribir por primera vez una nota en una red social y leerlo cientos de veces porque no creía que yo mismo lo había creado, no podía dejar de escribir.
Los días siguientes estuvieron llenos de letras, del descubrimiento de nuevas palabras, de un amor desconocido por la lectura y de un sentimiento de libertad.
Cuando tomo la pluma o siento las teclas bajo mis dedos, es como si Tony se fuera y el pensador apareciera, y soy libre para expresarme, para hablar sin miedo a través de las letras.
Es cuando escribo que puedo ver lo que esconde mi alma, exploro lo profundo de mi ser, observo desde mis alegrías, hasta mis penas o miedos.
La imaginación es tan infinita, se pueden escribir cosas tan diferentes o temas tan variados, es sorprendente saber que los seres humanos podemos ser tan creativos.
El tiempo corre, allí estoy yo deseando por ratos que se detenga y en otras ocasiones que aumente el trote, sin embargo, ya han pasado 10 primaveras desde aquel día.
Diez años siendo un escritor bohemio de pasatiempo, diez años moldeando palabras para expresar las anécdotas de mis días o uniendo letras para darle vida a mi melancolía.
He tenido momentos de escasez, tiempos grises o muy alegres que me apartaron de mis lectores, pero nunca he podido abandonar las letras, no puedo dejar mi arte.
Ya lo he dicho antes y lo digo nuevamente, es cuando escribo que me siento especial, a pesar de las críticas o de la falta de lectores, yo seguiré escribiendo porque es lo que me gusta hacer.
Diez años en los que sigo agradecido con Dios de aquel primer escrito.
Anthony Arroyo El Pensador.



Comentarios