Quien iba a pensar que existía un medio con el cual podemos decir tanto, con el cual podemos expresar cosas tan abstractas como las emociones y los sentimientos.
Cómo no enamorarse de algo tan bello y profundo como son las letras, al unirlas forman palabras, y las palabras al acomodarlas pueden crear obras de arte.
Hay frases que han eludido el tiempo, escritos que se mantienen arraigados en las mentes y versos que se impregnan en el alma.
Las letras no deben idolatrarse, por el contrario, deben tratarse con respeto, su belleza puede ser tan igual como su fealdad si no se saben usar.
Con ellas uno puede escribir la más bella declaración de amor que haría llorar a la otra persona, pero también pueden expresar tal odio que es capaz de romper el corazón.
Los valientes que las han domado, han podido escribir obras que motivan e inspiran a las masas, mientras que otros han sembrado el pánico o el miedo a través de ellas.
Con las letras aprendí a tener cuidado con lo que digo, entendí que dentro de mí existe la posibilidad de levantar o de un hundir a otro ser humano.
Las letras son símbolos que me han permitido divertirme, he podido narrar los hechos de mi vida de una forma que nunca antes pensé que podría lograr.
Las letras son un medio para conectarnos con los demás, han logrado que pueda tocar el corazón de otros tan solo al leerme.
Las letras son capaces de transportarnos, pueden sacarnos de nuestra monotonía y llevarnos a la acción con el discurso adecuado.
Las letras pueden contener las emociones de las personas que las utilizan, por eso las cartas deben escribirse con el corazón en la mano.
Usemos las letras para agradecer a Dios y para expresar nuestro amor a los demás.
Anthony Arroyo el Pensador.
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