Irreal

Cuando el mundo se torna aburrido y siento que no encajo en ninguna parte, comienzo a sentirme irreal.

Tan irreal como una nube en el piso, tan irreal cómo una fábula o la honestidad en la boca de un infiel.

Todos hablando temas que yo no quiero escuchar, haciendo cosas que nunca quisieran que les hagan.

Tan irreal como negarte a hacer algo incorrecto, tan irreal cómo un sol sin luz o un texto sin letras.

Caminando pensativo porque todo sale mal, no entendiendo porque a los buenos les pasan cosas malas.

Tan irreal como una estrella al mediodía, como​ tener fe en las crisis, como un mar que no tiene agua.

Somos seres irreales en un mundo lleno de seres corrientes, personas que buscan saciar su maldad.

Tan irreales para no dejarnos influenciar, tan irreales como personajes de cuento, como azúcar sin dulzor.

Irreales que no se sienten parte del mundo, que se detienen a pesar en las consecuencias, que son confiables.

Tan irreales como amor en tiempos de libertinaje, como seguridad sin paredes, como un planeta cuadrado.

Quisiera un mundo que sea diferente, lleno de gente honesta por todas partes que guarden siempre su fe.

Tan irreales como personajes de leyenda, como cuadrúpedos de dos patas, como un grito sin sonido.

Irreal mientras crezco y reconozco que somos tan duraderos como el humo, un suspiro o un soplido.

La vida es tan frágil que parece irreal, tan única que es imposible que se repita, tan especial que ni tiene precio.