Haciendo las paces

Yo era aquel tipo de persona que siempre sentía que la vida le debía algo, porque no se sentía conforme con su pasado.

Muchas veces veía solamente aquellas cosas malas que me sucedieron o los momentos duros que a todos nos toca pasar.

Mientras vivimos ocurren cosas que nos marcan, existirán sucesos que nos dejarán una huella en alma.

Yo tenía la mala costumbre de aferrarme a esas marcas del pasado, ya sea por resentimiento o por un sentimiento de culpa innecesario.

Cuando crecí gracias a Dios comprendí que hay cosas que son inevitables que sucedan y que los malos momentos sirven para moldearnos.

Llegó el día en que pude ver hacia atrás en mi vida y sonreír, pude reconocer las cosas buenas y no sentirme mal por los momentos difíciles en mi vida.

Hoy en día siento que he hecho las paces con mi pasado, y al hacerlo me doy cuenta que puedo disfrutar más de mi presente y que estoy preparado para tener un gran futuro.

Puedo revivir mi historia y sentirme afortunado de la vida que he llevado, contento por las personas que me rodean, contento por los logros que he podido alcanzar.

Gracias a Dios ya no existe más odio innecesario o sin sentido, hoy me siento contento conmigo mismo.


Hoy sé que soy una persona nueva que sabe que lo mejor de la vida siempre está por venir.



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