Una persona feliz

Camino por la calle sintiéndome un adolescente, estirando los brazos mientras corre el viento, imaginando que soy capaz de volar.

Tengo el andar de un niño, hago un pasito que solía hacer de chico, imagino que estoy jugando en el patio de recreo mientras camino.

Yo soy una persona feliz, no tengo miedo de ser juzgado, no me importa ser tildado de loco porque yo disfruto ser feliz.

Las personas crecen y olvidan aquellas cosas simples que las llenaban de felicidad, aquellos detalles que los hacían sonreír.

Aparentemente maduramos pero en el fondo deseamos retroceder el tiempo a mejores años, a aquellos tiempos en donde solíamos ser libres.

Yo soy una persona feliz, no tengo miedo de ser como soy, no me importa ser llamado extraño porque yo disfruto ser feliz.

Correr por un parque, ver un bello mar que deslumbre tu vista, recostarte en el pasto y observar las nubes.

Pasar tiempo con la familia, jugar con los hermanos; disfrutar de la compañía de los amigos y ser sincero con ellos.

Yo soy una persona feliz, no tengo miedo de soñar despierto, no me importa ser conocido como un soñador porque yo disfruto ser feliz.

Esto debe ser la felicidad, sentirse vivo en cada instante, ser libre de ser lo que quieras ser.