Léeme

Sé que estás intentando comprenderme, me miras desde lejos preguntándote porque actúo de esa forma que para ti resulta ser tan diferente y libre.

Lo que sucede es que no eres capaz de leer las letras ocultas en lo profundo de mi ser, no eres capaz de leer lo que dicen mis acciones.

Si mi vida fuera un libro que pudieras leer, ¿Lo leerías? ¿Te intereso lo suficiente como para que te adentres en mis secretos?

Necesito que leas mis miradas, que leas la tristeza de mis ojos melancólicos y la alegría que expresan al sentir felicidad.

Lee la forma en la que sonrío, acostúmbrate a sus letras porque solo de esa manera podrás saber cuándo río de verdad.

Observa la forma en que se escriben mis miedos, aquellas palabras que no siempre soy capaz de decir, pero cuyo trazo dibuja mi rostro.

Susurra lo que dice mi silencio, aquel sonido que para muchos es incómodo, pero que revela todo lo que soy.

Presta atención a aquella forma en que el cuerpo entero te dice un te amo, si pudieras leerlo en mí entonces nunca dudarías de lo que siento.

Porque por momentos mi vida es la combinación de una tragedia griega, en donde el personaje que parece invencible halla su debilidad en el talón, una historia romántica cuya pasión parece morir al lado de Julieta, una tragedia que intenta tener un final feliz, una sátira acerca de la vida, una comedia al borde de la locura, una novela con mucho suspenso, un libro con mucha motivación y letras oscuras mezcladas con un salmo.

Si me preguntaras si cambiaría lo escrito en una página, puede que en algún momento mientras suelte una lágrima te diga que sí o quizá con una sonrisa te diría que no me arrepiento de nada de lo ocurrido en mi historia.

Y si pudiera narrarte toda mi vida lo haría para que conozcas todo lo que en verdad soy, para que sepas que estoy dispuesto a nunca rendirme, para que creas que soy más fuerte de lo que aparento, para que en versos y en prosas pueda decirte todo aquello que siento.