Estoy parado contemplando el mar y desearía que tú también vieras esta hermosa vista.
El mar es tan hermoso y lleno de paz que no puedo evitar pensarte mientras lo observo.
Mientras el mar brama, yo estoy suspirando y mi corazón ora pidiéndole a Dios por ti.
Le pido a Dios que te guarde y que mantenga tu sonrisa alumbrando como el sol.
Si estuvieras aquí te haría miles de preguntas para conocerte un poco más.
No me aburriría de ver tus gestos mientras la brisa del mar acaricia tu cabello.
Siento que mis pensamientos se repiten al pensarte como las olas que vienen y van.
Pero hoy aunque no estés a mi lado, tengo fe de que tú también piensas en mí.
Camino por el malecón imaginando una tarde charlando contigo.
Intento crear en mi mente la cita perfecta que podría gustarte.
Sonrío mientras te sueño despierto y busco las palabras que provocarían tu risa.
Miro al cielo y me siento como un adolescente enamorado por primera vez.
Desearía que mientras hablemos puedas confiar en mí con la inocencia de una niña.
Sé que la vida no es fácil y que los problemas golpean a veces duro como las olas.
Sin embargo cuando te siento cerca el mar parece estar muy calmado.
Pero hoy aunque no estés a mi lado, creo en mi corazón que estás pensando en mí.
Al llegar a casa escribiré esto y recrearé esta escena en letras que toquen tu corazón.
Pensarás que estoy loco pero seré feliz si hago hacerte sonreír mientras lo lees.
Sé que no podré verte mientras lo haces pero de seguro me contarás como te sentiste.
Espero poder hacerte comprender como se siente mi corazón cuando no estás.
Así que te pido que cuando me veas me digas si logré transmitir lo que siento.
Dime si las letras pudieron expresar el frío de la brisa marina y el calor de mi corazón.
Cuéntame lo que se siente que alguien te piense tan seguido.
Y hoy aunque no estés a mi lado, sé que al leer esto pensarás en mí.
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