Corre


Por ratos veo el espejo sin reconocer a la persona que estoy viendo y al mirar alrededor observo como todos los demás han cambiado tanto.

La vida es así, se mueve tan rápido que deja a muchos atrás sin saber cómo reaccionar, así que tienes que correr lo más rápido que puedas y no rendirte hasta llegar a la meta.

¿Recuerdas cuando eras niño, mirabas al cielo y soñabas que todo lo podías lograr? Yo todavía sigo teniendo fe de que mis sueños los voy a alcanzar.

Debes correr de tal manera que nada te distraiga, correr de tal modo que nadie pueda alejarte del sueño que trazaste para ti.

¿Recuerdas aquella época en donde eras adolescente y tenías la sensación de que no sabías muchas cosas acerca de la vida? Yo todavía me siento así, con ganas de aprender y de cometer errores.

Debes aprender de todo lo que te suceda, ser lo suficientemente inteligente para adaptarte a cada situación sin perder el rumbo.

He corrido mucho y me doy cuenta que no es fácil seguir, que por ratos habrán obstáculos que buscarán impedirte avanzar, pero debes ser fuerte para superarlos.

Dejar las cargas que provocaron los errores y las tristezas de las decepciones, para poder llegar al lugar que quieres alcanzar.

Mirar hacia atrás solo para ver al niño, adolescente y al joven del ayer gritarte: ¡No te rindas, sigue corriendo!

Así que corre mirando siempre el gran premio que tienes por delante, con la seguridad de que nunca es tarde para ser lo que siempre deseaste.

Corre y conviértete en el héroe que soñaste de niño, conviértete en la persona que deseabas ser de adolescente.

Y mientras corres por la vida sonríe valorando todas las bendiciones que tienes alrededor, no le creas nunca a los que intentan frenarte, sé lo suficientemente valiente para cruzar todos los obstáculos que puedas encontrar y disfruta cada paso que des.



Comentarios