A pesar de todo


Mientras escribo esto sé que mis ojos están rojos pero mis labios siguen sonriendo, he recibido muchas malas noticias hoy día y a pesar de todo soy capaz de sonreír.

No es fácil hacerlo, no es fácil enfrentar la vida con valentía cuando sientes que todo sale mal o cuando te sientes hundir en una tormenta que no puedes controlar.

Lo único que puedes controlar es tu respuesta, tus decisiones cuando ves la ola de problemas venir contra ti, porque entonces puedes decidir pararte firme y buscarles una solución.

Hay muchas cosas que no controlamos, por eso debemos aprender que no todo lo que nos sucede es por nuestra culpa, a veces la vida solo nos empuja o nos golpea sin razón.

Así que yo aprendí tras muchos fracasos a sonreír sin importar que tan duro me golpeen, y a tratar de reír aunque por dentro quisiera llorar.

Entendí que la tristeza no resuelve nada y que la mejor forma de luchar contra ella es convirtiéndome en la mejor versión de mí mismo, no perdiendo la fe y ayudando a los demás.

Han habido muchas personas a lo largo de mi vida que me han traicionado, ignorado, subestimado, avergonzado, desafiado y a pesar de todo yo sigo aquí, sigo luchando por ser cada vez mejor.

Todavía me falta muchísimo por aprender y superar y algo que quisiera aprender pronto es a tener la fuerza para pararme frente a esas personas que dicen que no podré lograr ciertas cosas, mirarlas fijamente a los ojos y decirles con todo mi interior: ¡Yo lo haré!

Me costó lograrlo pero soy capaz de pararme nuevamente después de cada fracaso o decepción.

Hoy no voy a estar triste, voy a seguir sonriendo aunque simplemente sea por inercia, pero yo no permitiré que mis miedos me venzan, no dejaré que la depresión gané esta lucha.

A pesar de todo yo no voy a rendirme y espero que ustedes tampoco lo hagan.



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