El químico


No basta con conocer a la persona indicada, aquel momento debe ser único y especial, bien planeado como en una fórmula química.

Necesitamos los elementos adecuados para que la formula funcione correctamente, muchos gramos de curiosidad, una pequeña dosis de timidez y mucha alegría.

Para estabilizar la reacción necesitamos algunas miradas emocionadas, unas cuantas sonrisas sinceras y palabras temblorosas salidas del corazón.

Mezclemos bien los elementos y agreguemos amabilidad, detalles e historias de ambas partes para que podamos ver como nuestra fórmula toma el color de la amistad y del amor.

Debemos dejar reposar la fórmula, los ingredientes deben integrarse completamente, cada uno de ellos es importante y no debemos abusar de ellos.

Asegurémonos de quitar todos los residuos de egoísmo que puedan aparecer, separemos nuestra formula de molestias externas y filtremos los enojos.

Si hacen todo eso podrán ver como nuestra formula toma forma, aquel encuentro deberá ir acorde a lo esperado aunque les advierto que podrá variar de acuerdo a los envases y a las condiciones, pero les aseguro si se tiene cuidado la fórmula actuará siempre según lo planeado.

Como indicaciones finales recuerden saber apreciar aquel momento, guarden el corazón porque es el envase que se verá más afectado y disfruten de las reacciones de aquella fórmula especial.



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