Casanova


Pensador: ¿Quién eres?

Casanova: Soy Casanova y vine a buscar al Pensador.

Pensador: Mi nombre es...

Casanova: No me digas tu nombre, yo te llamaré Pensador y tú me llamarás Casanova.

Pensador: Entendido, ¿Por qué me buscas?

Casanova: Estimado pensador, siento un gran aprecio por ti, eres uno de aquellos que intenta ser el bueno en una era sin moral, buscando incluso mantener tus valores y principios. Imagino que es una labor arduamente difícil, que muy pocos se atreven hoy en día a realizar.
Pensador, usted debe comprender que la fidelidad, la monogamia o la idea de encontrar el amor verdadero son ideas absurdas que debería erradicar de su persona y de su creer.

Pensador: ¿En qué creer entonces?

Casanova: Yo creo en la perduración de un sentimiento eterno, en la libertad de darle el mayor placer a los sentidos y en el egoísmo de ser feliz con cuántas vidas se pueda.

Pensador: Es decir que crees en el amor libre, en la infidelidad y que no te importa dañar a los demás.

Casanova: Pensador, deberías darte cuenta que no todo es blanco y negro, el mundo está lleno de tonos grises, y no debería molestarte el que yo intentara mantener mi felicidad.
Además vivimos en un mundo egoísta, tú más que nadie lo sabe.

Pensador: ¿Y qué ha traído el egoísmo? Niños que crecen sin padres, hogares destruidos, familias separadas, vidas dañadas y corazones rotos.

Casanova: Pensador no te hagas el santo conmigo.
Sé lo difícil que es para ti soportar cada día, me imagino las cartas y las féminas voces que te hablan y te dicen todo aquello que otros sueñan con escuchar.
Además un gran pensador ya debería saber varias formas de conquistar a esa bella e inigualable presa que es cada mujer. Yo sé que eres demasiado inteligente como para no darte cuenta de sus debilidades o como para no saber lo que ellas necesitan oír.

Pensador: Quizá tienes razón en muchas cosas y ciertamente es difícil no dejarse llevar por el deseo, pero las mujeres no son una presa que se conquista para abandonar. Yo creo que vale más amar verdaderamente a una sola mujer que amar mal a muchas de ellas.
Puede que sea un soñador pero creo que el amor verdadero si existe, que existen personas que están destinadas a estar juntas para toda la vida. Y yo sé que hay alguien esperando por mí y lucharé por encontrarla aunque a veces falle.

Casanova: Pensador, te herirán, se burlaran muchos de ti y sin querer tú también herirás.
¿No es mejor dejarse llevar por los deseos que sufrir?
El amor más puro es el de los primeros días en donde lejos de ponerse etiquetas dan rienda suelta a conocerse y al deseo, pero es cuando se formaliza “la relación” cuando todo cambia, y yo he vivido enamorado toda mi vida de esa manera.

Pensador: No, tú has vivido siempre con el temor a formalizar tus sentimientos, no es una etiqueta es una demostración de que el amor puro existe.

Casanova: El amor siempre es complicado.

Pensador: No, somos nosotros los que a veces intentamos pervertir algo tan puro como es el amor.
¿Qué haces?

Casanova: Me sentaré aquí a esperar que caigas y traiciones tus valores.

Pensador: ¿Y si no fallo?

Casanova: Entonces estaré aquí para retarte cada día.

¿Y ustedes están del lado del Pensador o del Casanova?



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