El adiós


Es cierto que en cada cambio existe un poco de melancolía, pero para alguien como yo los cambios son solo parte de la vida y esconden una gran oportunidad para comenzar otra vez.

He llenado casi 352 páginas y he escrito alrededor de 700 temas diferentes y creo que es un buen número para decir adiós.

Esto no es una despedida es solo mi manera dramática de decir que voy a tomarme un tiempo para mí, estuve sintiendo hace un par de meses que necesitaba encontrarme con mis orígenes y reencontrarme a mí mismo.

Las letras son un refugio pero también pueden ser una cueva, pueden ser un seudónimo o una máscara para aquellos que la utilicen en demasía.

Con las letras he logrado más de lo que jamás imaginé, he salvado vidas, he llegado a muchos países, he ayudado a amigos y también he hecho más amigos, es por eso que siempre estaré agradecido con Dios por haber usado las letras para salvarme muchas veces.

Desde muy joven siempre he tenido un solo sueño, quería ser importante y que mi nombre significara algo en la historia, no quería ser uno más del montón, yo quería que mi nombre se escribiera con los grandes.

Cuando comencé a escribir me di cuenta que quizá podría lograrlo y sin querer aprendí que ayudar a los demás y recibir un gracias era más valioso que la fama.

Personalmente sé lo que la fama puede lograr, sé cómo muchas puertas pueden abrirse pero si eso te aleja de quien eres o de tus principios vale la pena dar un paso al costado.

La vida continúa y uno debe ir siempre hacia adelante, porque retroceder es para cobardes y detenerse es lo mismo que retroceder.

Así que iré hacia adelante, seguiré en busca de otros sueños de otras metas, seguiré ayudando a los demás desde otras formas y sé que llegará el día en que vuelva a escribir.

Las letras siempre serán parte de mí y hasta mi regreso sabré exactamente quién soy, porque aunque no tenga una pluma o un teclado cerca, en mi corazón siempre seré el Pensador.

Adiós mis amigos, mis lectores y compañeros, Dios los bendiga muchísimo y gracias por acompañarme en este gran viaje.


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