Existen personas que tienen todo en bandeja o tienen todas las cartas que se necesita para ganar la partida sin embargo no tienen el deseo ni la aspiración suficiente para utilizarlas, para mí ellos son los típicos perfectos imperfectos.
Se levanta de mañana renegando, haga sol o frío siempre tiene una queja para todo.
Va al trabajo o a los estudios como quien va a un velorio, ansioso porque termine y preguntándose porqué está allí.
La vida le sabe a nada y a nada le sabe la vida, su único propósito es comer, dormir y satisfacer su egoísmo.
Busca aislarse y si se junta con alguien, cuenta todo orgulloso un saco de mentiras que a las justas se lo cree.
Vive una doble vida engañando a las personas que lo quieren, desvalorando el amor que otros le tienen.
Su apetito insaciable de orgullo lo llevará a cometer locuras y errores pero a él poco le importan los daños y las consecuencias.
Sonríe con la sonrisa más falsa que pueda existir pero sus ojos gritan por auxilio aunque él jamás lo diga.
Las apariencias son su traje, la mentira su accesorio, la mascareta ya es parte de su rostro y su vida son puras historias sin sentido.
¿Conocen a alguien así?
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