Regresa a la caja

A veces ella se escapa de mi caja de fotografías, de aquel espacio en donde guardo sus secretos, ese lugar en donde escondí su recuerdo.

Se aparece en mi mente temprano y se marcha al final de día siempre sin decirme adiós.

Hoy estando tan lejano por ratos creo que la extraño, aunque sé que ése es un sentimiento vano.

Una parte de mí extraña su voz diciéndome tantas cosas, extraño su mirada que en mí ya no se posa, su presencia que ya no me acompaña, sus oídos que ya no escuchan mis quejas, y a veces al recordarla me siento un extraño.

En mi mente le hablo con palabras que ya fueron dichas y la oigo con palabras que nunca volverán a decirse.

La veo en recuerdos de mi memoria y desearía creer que ella también me ve de esa manera, pero esa ya es otra historia.

Así que me planto frente a aquella aterradora caja en donde borré su rostro y en donde maté un sentimiento.

Intento poder verla antes de encerrarla de nuevo y solo veo lo que pudo haber sido pero que ahora todo aquello quedó en el olvido.

Ahora meto sus promesas, sus recuerdos, sus sonrisas, sus gestos, sus muecas, sus caricias, sus secretos en aquella caja, la encierro con llaves de perdón y cadenas de superación.

Jugué a ser Dios con mi corazón, intentando crear cosas que no existen, intentando dar vida a algo que nunca tuvo vida, creyendo que a mi manera podía crear un destino.

Y ahora que la regrese a aquella caja llamada olvido, espero que nunca se escape de nuevo y tristemente sé que aunque ella lograra escapar y se apareciera frente a mí, ya no sería la misma, ya no me causaría lo mismo.

La regresaré a la caja, la regresaré a aquel lugar en donde por ratos podré recordarla y en donde aprenderé a superarla y con el tiempo sabré también perdonarla.



Comentarios