No pretendo ser como muchos que querrán enamorarla sin intentar conocerla primero.
No soy de los que intentarán tomar sus manos sin haber tenido al menos una de esas conversaciones interesantes y sinceras.
No, yo tampoco quiero herirla al satisfacer un negligente deseo, yo deseo crear algo que dure por siempre y que comience de manera simple y pequeña.
Yo le brindaré mi amistad, la cual será como una pequeña semilla que crecerá hasta convertirse en un árbol muy alto y hará que usted y yo seamos amigos verdaderos sin importar los años.
Créame que al tener mi amistad jamás me atrevería a lastimarla, sino que le sería honesto, leal y fiel.
Le aseguro también que con el pasar de los días encontrará en mí a una persona dispuesta a escucharle, a un compañero que la ayude en su caminar, una mano extendida dispuesta a ayudarla, a un creador de conversaciones, a un acompañante de sonrisas y un hombro sobre cual pueda llorar en los momentos tristes.
Y sin importar que suceda entre los dos, nuestra amistad nos impedirá estar molestos por mucho tiempo y nos ayudará a perdonar las faltas y defectos del otro.
Así habiéndole dicho este preámbulo, solo queda decir que mi nombre es Anthony.
Y preguntarle: ¿Aceptaría ser mi amiga?
Sígueme en Facebook: EL Pensador
Y en mis blogs:
Pensamientos del Espíritu
Piensa en Dios
Tony Xperience
Comentarios
Publicar un comentario