Tu llegada y tu salida


Todo parecía tan tranquilo, monótono y de pronto una luz apareció, una chispa saltó.
En una vida carente de sueños e ilusiones, un sueño apareció, el de querer estar contigo.
No sé cómo, pero tú lo cambiaste todo, le diste vida a un deseo muerto, al deseo de querer.
Creí que era frío antes de conocerte, pero tú sacaste lo más profundo de mí.
Sabía que era riesgoso pero conocerte fue lo mejor que me pasó en mucho tiempo.
Poco a poco, día a día me fui acercando como nunca antes lo hubiera hecho hacia ti.
Cada conversación es única e irrepetible, cada encuentro es magnífico y surreal.
Y así empezó todo con un simple hola o con una sencilla mirada.
Desearía que esto no terminara nunca, que jamás se detuvieran las preguntas y las risas.
Esta es tu llegada tan maravillosa y sorprendente como nunca imagine.
Bienvenida por siempre, quédate el tiempo que quieras y no te vayas rápido.

Y ahora te vas arrasando con mis sueños y nuestro futuro juntos.
Digo que desearía no haberte conocido pero es mentira, me asusta tanto tu partida porque contigo aprendí a ser una persona diferente y tengo miedo de ser el de antes si te vas.
Si te vas te llevas no sólo tu mundo sino que mi mundo se partirá en dos.
No te das cuenta pero dos mundos colisionaron al conocerse, el tuyo y el mío.
Ahora te vas y yo no puedo detenerte, ahora me voy y tú no puedes obligarme a quedarme.
Los deseos están ya olvidados y los sueños se esfumaron al empezar la realidad.
Y así acaba todo sin lágrimas que mostrar ni palabras hirientes, pero solo en lo superficial.
Desearía que te quedes pero ya es tarde, tú ya te fuiste y yo abrí la puerta de salida.
Esta es tu salida y la mía, cuídate y se feliz, es todo lo que decimos sin mirar atrás.
Adiós por siempre, te seguiré queriendo en mis recuerdos y en una piel que no vestiré más.


Comentarios