Todo está bien



Sí, me caí muchas veces y aunque ahora estoy de nuevo en el suelo, me levantaré porque esto es parte de la vida y del crecer.

Sí, es cierto que muchas veces perdí el rumbo, que muchas veces no supe seguir bien el Camino pero ahora estoy comenzando a seguir las señales que me conducen a él.

Sé lo que es sentir la soledad, pero también he aprendido a valorar el calor de tener grandes amigos que nos rodean y hacen todo más sencillo con sus consejos y compañía.

He aprendido a valorar el tiempo feliz con los hermanos y mis padres, he aprendido a querer su compañía y aunque a veces haya momento de crisis eso solo hace que una verdadera familia se una más que antes.

He aprendido a decir te quiero a las personas que considero especiales y únicas pero sé que debo cuidar más el corazón, porque aquella persona especial sé que está por llegar.

Oh, sí me han roto el corazón y yo también he roto algunos pero no me rindo en la búsqueda de encontrar el amor, aunque más que una búsqueda es una construcción que me tomará toda la vida.

Soy joven, todavía llevo conmigo mis sueños y deseos, no los he escondido en una caja, los llevo conmigo a diario y eso es en parte una de las muchas razones por las que me levanto cada mañana venciendo el sueño, a veces el desánimo o la tristeza, porque sé que cada día pongo un ladrillo o un granito de arena para convertirme en la persona que quiero ser.

Y por encima de eso cada vez que veo el cielo, cada vez que me encierro en mi cuarto recuerdo que tengo un Dios que sabe amar y perdonar, ayudar y resucitar, y que sin importar que pase, siempre me dirá; Tranquilo hijo yo te amo, por eso todo está bien.


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