Deprimente



Vivimos en un mundo deprimente que prácticamente nos obliga a sentir miedo, nos obliga a luchar por la sobrevivencia y a odiar todo aquello que no entendemos.

En un mundo tan rápido y agitado, no se puede valorar las cosas importantes de la vida, nuestra mente está entrenada para resolver todo tipo de problemas pero nunca la entrenamos a valorar las cosas importantes.


El miedo de perder nuestro acostumbrado ritmo de vida es a veces tan fuerte que somos capaces de muchas cosas para no perder nuestros empleos o nuestro estatus.

Un amanecer o una puesta de sol han perdido el significado, mientras nos amanecemos haciendo tareas o trabajos, pensando que nos faltan más horas.

¿Y en dónde quedaron las cosas eternas y adonde se fue la belleza de la vida?

¿Qué pasó con el amor, la fe, los valores, la perseverancia o la paz?

¿Cuándo fue la última vez que no tuviste que sonreír para una foto, sino que sencillamente ya estabas sonriendo mientras te la tomaban?

Y todo lo que escribo pareciera tan abstracto, y por eso sé que el mundo en que vivimos es deprimente, porque esto que escribo no debería ser abstracto, esto debería ser la realidad.

Estoy cansado de ver cómo cada vez todos visten de negro, pensando que así se ven más elegantes o más “ejecutivos” sin darse cuenta que viven en un constante luto.

Estoy cansado de deprimirme por cosas tan banales, estoy cansado de sentir miedo, estoy cansado de ver las horas pasar y no disfrutar de ellas.

No quiero seguir deprimido, quiero buscar lo eterno y lo realmente importante de la vida, mientras contemplo el amanecer y pienso en su Creador.

Comentarios