24 años

A cierta edad te das cuenta que atrás quedaron las cosas de niños ahora eres un hombre, estás en las grandes ligas y ya no puedes darte el lujo de seguir pensando igual.

Ya no tienes la excusa del “cuando sea grande” ahora eres mayor y depende solo de ti alcanzar tus metas y sueños.

Los años pesan, ya no puedes actuar como un adolescente inmaduro porque los demás esperan mucho de ti, tu mismo esperas más de ti cada día.

Puedes aparentar que el tiempo no pasa, pero por dentro sabes que cada error que cometes lastima mucho a los que te rodean.

Sin querer descubres que las responsabilidades son más pesadas y que no puedes ignorarlas, están allí como un miedo latente recordándote que debes hacer lo correcto.

Las canas aparecen, tus palabras no son las mismas y tu forma de pensar tampoco, todo es más complicado y lo fácil a veces ya no parece una opción.

La madurez te quiere alcanzar y aprendes que entre más decides huir de ella, más tortuoso se vuelve el Camino.

Eres ahora lo que soñabas de niño, ya tienes barba y puedes afeitarte, puedes manejar y ganar dinero, pero no siempre los sueños son tan buenos como parecen.

Tu niño interno lucha por salir pero muchas veces decides mantenerlo al margen, pero la madurez no impide el disfrute, ni la diversión por el contrario disfrutar la vida y vivir bien es la meta de esta etapa.

Los años no pasan en vano, cargas con muchas cosas, llevas sobre ti las experiencias de todo lo que has vivido y bueno o malo debes aprender a dejar ir al pasado y vivir el presente pero utilizando las enseñanzas que te ha dejado la vida.

Lo bueno de esto es que eres libre para ser independiente, eres libre para tomar tú mismo tus decisiones y eres libre para vencer tus miedos.

Y ya eres grande que nada te impida lograr todo lo que desees hacer.


Comentarios