Crecer

Una noche, luego de un largo día de mucho pensar te das cuenta que no todo en la vida es como parece.

Descubres en ese momento que puede existir la posibilidad de ser feliz aun cuando todo tu mundo parezca estar al revés.

Aprendes que no solo se vive de recuerdos sino que las acciones y las decisiones son las que determinan tu futuro.

Te das cuenta que habrá una persona con la cual te lleves muy bien y tal vez hasta se amen pero eso no significa que sean el uno para el otro o que estén destinados a estar juntos.

Sufres al darte cuenta que dejaste muchas cosas sin concluir todo porque permitiste que el miedo u otra distracción te impidiera decir o hacer lo que querías lograr.

Ríes al permitir que tus sueños se cumplan, pero los sueños no llegan solos, son la conclusión del esfuerzo y de las metas que te trases hoy.

Gozas cuando descubre que detrás de esas nubes, sí existe un ser Superior, y que todas aquellas mentiras que niegan su existencias pierden su valor cuando te tomas la oportunidad de conocerle.

Lloras cuando descubres que existe la traición, cuando sientes aquel tortuoso puñal clavarse en tu pecho pero ningún dolor es para siempre.

Sonríes cuando te das cuenta que lo pasado no es mejor que lo venidero y que la vida es un sinfín de aventuras.

Amas cuando descubres que el “yo” es tu peor enemigo y que más importante es dar que recibir, porque el amor es un esfuerzo diario y el enamorarse no es solo al comienzo sino que puede durar por siempre.

Y creces cuando te das cuenta que no lo sabes todo y que cada día tienes la oportunidad de vivir.