Lo que sé de la guerra se resume simplemente a películas, historias y lecturas.
Yo no podría imaginarme el terror que siente un soldado al sentir aproximarse a sus enemigos en cada esquina, el miedo de tener que salir a una batalla sabiendo que te juegas la vida o la tristeza que se sentirá al perder a un compañero de lucha.
No comprendo lo que se siente vivir en un país que está constantemente bajo ataque, no podría imaginarme la angustia de vivir cerca de una zona enemiga que ataque constantemente mi ciudad.
A pesar de eso muchos que al igual que yo no saben nada de esto, hablan de la guerra y de otros países como si comprendieran lo que se siente, como si pudieran explicar sus miedos o como si pudieran juzgar sus acciones.
Últimamente me parece ridículo el hablar de las guerras solo porque es el tema de moda o escoger un bando solo porque las masas dicen que es lo correcto.
Lo único que yo quiero podría decir es que me gustaría vivir en un mundo donde reine la paz, en donde nos olvidemos de aquellas cuestiones inútiles que nos hacen pelear y recordemos que al final todos somos seres humanos.
Me gustaría vivir en un mundo en donde no hubiera fronteras, en donde niños no mueran de hambre, en donde no se rompan los tratados de paz, en donde no tengamos que luchar por satisfacer el egoísmo y la ambición desmedida.
Ruego para que Dios permita que haya paz en Jerusalén.
Ojalá los países Palestinos puedan vivir en paz y comprender a sus prójimos.
Quizá algún día todos podamos unirnos y ayudar a los necesitados que sufren y recordar que las guerras no resuelven nada.
Es terrible el darnos cuenta que las dos guerras mundiales anteriores no nos han enseñado nada y que el mismo odio que dio origen a la primera todavía sigue vigente.
Quiera Dios que pronto la humanidad pueda hallar la paz que tanto necesita.
Comentarios
Publicar un comentario