Engañosa es la gracia y vana la hermosura, porque al final todas las rosas se marchitan y todas las palabras bonitas son puestas a prueba.
No busco a alguien que quiera estar conmigo solo en los buenos momentos, donde realmente necesito compañía es en los malos momentos.
Quiero a mi lado una compañía que no se quiera ir cuando todos los demás me han abandonado, que me sonría cuando todos me miran con mala cara.
Necesito junto a mí a alguien que intente hacerme reír cuando yo solo quiero llorar, que me brinde unas palabras de aliento cuando haya perdido las ganas de luchar.
Una persona que me tome la mano y camine junto a mí, cuando el camino parezca oscuro y tenebrosos, que quiera andar a mi lado cuando todo parezca hostil.
Busco a alguien que no necesite mentirme para motivarme, sino que con sabiduría y prudencia me diga la verdad y me ayude a crecer.
Deseo a alguien que sea tan hermosa por dentro como lo es en su exterior, que no cultive solo su apariencia, sino que adorne sobre todo el corazón.
No es fácil encontrar a alguien así, pero uno se cansa de lo superficial, aprende que lo atractivo se va opacando y lo que realmente importa está en el alma.
Porque no busco algo temporal, quiero a mi lado alguien que quiera estar a mi lado por toda la eternidad, que me acompañe cuando lleguen las canas y las arrugas.
Quiero a mi lado a alguien que haga enamorar mi corazón por muchísimos años.
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